martes, 26 de agosto de 2008

HUMILDAD



HUMILDAD







La espiritualidad cristiana se basa en la certeza de que Dios ha entrado en la historia de los hombres y, si Dios ha entrado en la historia de los hombres, es posible encontrarse con Dios... Es posible acercarse a Dios, incluso es posible ver a Dios – BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZON PORQUE ELLOS VERAN A DIOS-. Y quienes encuentran a Dios, quienes ven a Dios, se convierten necesariamente en testigos de Dios.
-Para que los hombres y las mujeres descubran el amor de Dios hacen falta testigos que antes hayan hecho esta experiencia. Para poder dar testimonio es necesario un encuentro. El apóstol Pablo se encontró con Jesús en el camino de Damasco. Después de aquel encuentro, Pablo no pudo detenerse. Se calcula que el apóstol recorrió unos 8.000 kilómetros a pie y entre 9.000 y 10.000 kilómetros en barco. ¿Por qué? Porque no lograba contener el fuego que tenía tras el encuentro de Jesús. Condiciones para poder encontrarse con Dios y hacer la experiencia de su amor.
En el Antiguo Testamento se dice en varias ocasiones que "los llamados por Dios" y los que responden a Dios son siempre y sólo los humildes.
Abraham es un anciano llamado a convertirse en padre. Podría parecer una broma: no, no era una broma, era un desafío al orgullo y Abraham venció este desafío. Fue humilde y creyó.
En el Evangelio nos damos cuenta que la criatura más humilde es María. En María, la experiencia de Dios alcanza la cumbre. Su apertura a Dios se hizo tan intensa, tan grande, que con su "sí" se convirtió en la casa de Dios entre los hombres. María es la experiencia más grande de Dios, pues el corazón de María fue el corazón más humilde que haya aparecido sobre la faz de la tierra. Seamos humildes. Es una condición indispensable para encontrar a Dios y ser testigos de Dios.

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