miércoles, 27 de agosto de 2008

COMO MEDITAR






COMO MEDITAR






Busca un lugar silencioso. Escucha unos minutos de música suave para relajarte, si gustas. Siéntate con tu espalda derecha, permanece quieto. Cierre tus ojos suavemente y empieza a recitar tu palabra, oración, o mantra, silenciosamente, interiormente y amorosamente durante todo el tiempo de tu meditación: Repite la palabra “Ma-ra-na-tha.” Dílo con 4 sílabas con igual énfasis y con fervor.No pienses en el significado de la palabra. Presta total atención a su sonido durante todo el tiempo de tu meditación, desde el principio al final. Si surge una distracción, simplemente regresa a tu mantra. Medita por 30 minutos cada mañana y cada noche, cada día de tu vida. Solo repite la palabra. La meditación es la forma de oración pura marcada por el silencio, la quietud y la simplicidad.
Maranatha es una palabra aramea (el idioma que Jesús hablaba) que significa “Ven, Señor.” Se encuentra en las Escrituras y es una de las primeras oraciones de la tradición Cristiana.

MARANATHA


Integra esta palabra sagrada en tu vida, en todos tus actos y deja que ella te conduzca al Señor, a estar cara a cara con El, a ser en su presencia. Todo lo demás se te dará por añadidura.La escencia y el arte de la Meditación Cristiana está en simplemente aprender a decir la palabra, recitarla, resonarla, repetirla, desde el principio hasta el fín. Es muy sencillo: ¨Ma-ra-na-tha¨, cuatro sílabas igualmente acentuadas. Y esto es todo lo que necesitas para aprender a meditar. Tienes tu palabra sagrada, repite tu palabra y permanece quieto. Medita todos los días de tu vida, 30 minutos en la mañana y 30 minutos en la noche. El propósito de la Meditación Cristiana es llegar a tu centro. En muchas tradiciones, la meditación se define como una peregrinación, a tu centro, a tu corazón. Es ahí donde aprendes a permanecer despierto, alerta y tranquilo. Lo que aprenderás al meditar es que al estar en tu centro, estás con Dios.

TIEMPO

Podemos evaluar la importancia que le damos a algo por el tiempo que estamos dispuestos a dedicarle. Cuánto más tiempo le dedicamos a algo, más evidente resulta la relevancia y el valor que tiene para nosotros.El tiempo es el regalo más preciado que tenemos porque es limitado. Podemos producir más dinero, pero no más tiempo. Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida que nunca podremos recuperar. El mejor regalo que le puedes dar a alguien es tu tiempo.El mejor regalo es dar tu concentración, tu atención total. La postergación es aceptable para lo trivial, pero no para entrar a la presencia de Dios. La mejor expresion del amor es el tiempo. El mejor momento para amar es hoy.Medita 30 minutos dos veces al día - todos los días de tu vida. Repite tu palabra sagrada - Maranatha - durante esos 30 minutos. Si llegan pensamientos, gentil y suavemente, regresa de nuevo a repetir tu palabra. Dila intensa y amorosamente, pero no pienses en su significado. La Palabra se arragiará en tu mente, en tu corazón y en todo tu ser.

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