viernes, 29 de mayo de 2009

CARICIAS


Para poder amar debemos desarrolar permiso interno para dar y recibir caricias, físicas y verbales.

El amor necesita del amante y del amado. Fluye. Va y retorna.

Dios es Trino. La trinidad es la comunidad ideal. El mensaje de Cristo es RELACIONAL.

NO SE PUEDE AMAR DE VERDAD SI NO SE SABE RECIBIR Y AGRADECER

jueves, 28 de mayo de 2009

LA SERPIENTE Y LA LUCIERNAGA


Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Ésta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir.
Huyó un día y ella no desistía, dos días y nada... En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:
--¿Puedo hacerte una pregunta?
--NO he tenido este precedente con nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar...
--¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
--No.
--¿Yo te hice algún mal?
--No.
--Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
--Porque no soporto verte brillar.

MIEDOS Y COMPULSIONES

Las compulsiones son programas mentales y emocionales inconscientes que nos llevan a conductas repetitivas con las que se intenta escapar de los miedos.
En las primeras etapas de la vida es posible que en los procesos de interacción con los padres y educadores se nos causaran algunas heridas. Las típicas expresiones compulsivas son la respuesta a esos miedos.
Des este modo te pudiste convertir en un perfeccionista para evitar no ser amado, comprendido, valorado, condenado. Y desde esa compulsión no puedes evitar ser condenado, ya que alguien perfeccionista y exigente en extremo es desesperante.
Otra compulsión consiste en ser demasiado servicial, para alejar el temor de no ser querido, y finalmente provocar el rechazo de las personas. O ser tu el que rechazas ya que como vas de redentor puedes terminar en víctima. La búsqueda desmedida del éxito y de la imagen pretende minimizar el miedo al fracaso, pero la imagen y los logros se derrumban finalmente.
Mostrarse como alguien super-especial nace del temor a no ser comprendido y por eso precisamente nadie lo entiende.
Otro tipo de compulsión consiste en acaparar conocimientos coleccionar cosas, sobre todo libros, de modo incontrolado, para evitar los temores de un vacío insaciable, que termina en una tremenda soledad afectiva.
Otra compulsión es apegarse a la ley, a una figura de autoridad, a un gurú, al grupo, A LA NORMA, por temor a ser abandonado, relegado. Ese apego excesivo puede provocar rechazo.
Otra es buscar reiteradamente lo fácil, lo inmediato, el placer, para alejar el sufrimiento y el dolor.
La compulsión del poder, del dominio, a veces esconde el miedo a la debilidad, a mostrar el corazón y la parte sensible. Más tarde se viene abajo la aparente fortaleza.
Otros buscan lograr la concordia y la paz a toda costa, para evitar el miedo al conflicto. No tomar decisiones y no confrontar los problemas genera situaciones así mismo conflictivas de difícil solución.
Desde la compulsión podemos generar una imagen de Dios distorsionada, falsa. No el Dios que Jesús nos ha mostrado. Una imagen que nos puede atormentar, atar, hacer sufrir, en vez de ser fuente de paz, alegría, libertad, etc…Vamos a poner un ejemplo:

El dios perfeccionista, que tan solo premia a los “perfectos”. Un dios a quien se trata de comprar por acciones y logros, un díos a quien se pretende manipular con conocimientos o fórmulas esotéricas – muy a tono con algunas presentaciones New Age-. Un dios que es juez por antonomasia cuyo principal campo de supervisión es lo sexual.

El proceso de crecer y madurar para iniciarnos en la vida espiritual necesita de de gran limpieza interior de nuestras compulsiones: hay que curar las heridas que la vida nos ha dejado con la ayuda del ESPÍRITU
El miedo, la culpa, la rabia, hay que eliminarlas para poder ser solidarios, para poder AMAR.

miércoles, 27 de mayo de 2009

ESPIRITU SANTO


Es el Espíritu el que nos libera de nuestras miserias para que podamos recuperar la libertad de amar.
La acción del Espíritu es una realidad que impregna de forma extraordinaria a una nueva Iglesia, que como levadura en la masa, va brotando por doquier. La EXPERIENCIA cristiana se fragua debido a su acción. Consiste en DEJARSE AMAR POR DIOS. Y en corresponderle como hijos. Si se deja amar el Espíritu Santo le inunda con su AMOR y le otorga una visión nueva: TRINITARIA.
Así uno renace de la sutil comprensión de la experiencia mística de Jesús, que llega a la cima en la resurrección. Es el HIJO DE DIOS que lleno de su Espíritu da a conocer al Padre a los sencillos, a los que se hacen como niños.

martes, 26 de mayo de 2009

viernes, 22 de mayo de 2009

EL AMOR


Se han hecho muchas definiciones del amor, pero seguramente, la de Jacinto Benavente; "Al amor no se le conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece", es para mi la más sencilla y completa. Amar es desear apasionadamente, ver feliz a la persona amada y desear y procurar su felicidad por y para siempre. El amor grande no tiene fecha de caducidad, el amor auténtico, al igual que la energía, nunca se destruye, se va transformando y enriqueciendo constantemente.

jueves, 21 de mayo de 2009

NO TE RINDAS


No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo
aceptar tus sombras
enterrar tus miedos
liberar el lastre
retomar el vuelo

No te rindas, que la vida es eso
continuar el viaje
perseguir tus sueños
destrabar el tiempo
correr los escombros
y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas
aunque el frío queme
aunque el miedo muerda
aunque el sol se esconda
y se calle el viento
aún hay fuego en tu alma
aún hay vida en tus sueños

Porque la vida es tuya
y tuyo también el deseo
porque lo has querido
y porque te quiero
porque existe el vino
y el amor es cierto

Porque no hay heridas
que no cure el tiempo.
abrir las puertas
quitar los cerrojos
abandonar las murallas
que te protegieron

Vivir la vida y aceptar los retos
recuperar la risa
ensayar el canto
bajar la guardia y extender las manos
desplegar las alas
e intentar de nuevo
celebrar la vida y retornar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas
porque cada día es un comienzo nuevo.

Porque esta es la hora
y el mejor momento.

Porque no estas sola
porque yo te quiero

Mario Benedetti.

martes, 19 de mayo de 2009

ESPIRITUALIDAD


"Una espiritualidad que predique la resignación bajo las brutalidades oficiales, la servil aquiescencia en fracaso y esterilidad, y la sumisión total a la injusticia organizada, es una espiritualidad que ha perdido interés por la santidad y sólo se preocupa por una falsa noción de orden".


"La bondad de los buenos puede ser de hecho el mayor desastre religioso para una sociedad, de ahí que el problema crucial sea la conversión de los buenos a Cristo".

Thomas Merton.

LA HUMILDAD


El alma humana siente una irresistible inclinación a alcanzar un elevado ideal, un algo superior y elevado, por eso el hombre aspira a grandezas. Para alcanzar ese ideal existen dos caminos, el de la soberbia, que siguieron los ángeles rebeldes, Adán, algunos filósofos paganos, y tantos y tantísimos hombres, que cayeron en un estado miserable por dejarse arrastrar por el orgullo, comidos por la ambición de elevarse sobre los demás; y el de la humildad, por el que el hombre, como María y como Cristo, es ensalzado por Dios: "Porque miró la humillación de su esclava". "Dios ensalza a los humildes y abate a los soberbios". "El que se humilla será ensalzado, el que se ensalza, será abatido"
Santo Tomás estudia la humildad en la 2-2, 161, y dice: "La humildad significa cierto laudable rebajamiento de sí mismo, por convencimiento interior". La humildad es una virtud derivada de la templanza por la que el hombre tiene facilidad para moderar el apetito desordenado de la propia excelencia, porque recibe luces para entender su pequeñez y su miseria, principalmente con relación a Dios. Por eso para santa Teresa "la humildad es andar en verdad; que lo es muy grande no tener cosa buena de nosotros, sino la miseria y ser nada; y quien esto no entiende anda en mentira".
FUNDAMENTOSLos fundamentos de la humildad son la verdad y la justicia. La gloria de todo lo bueno que tiene el hombre, pertenece a Dios. Así dice San Bernardo: "Con un conocimiento verdaderísimo de sí el hombre se desprecia a sí mismo". Pero la humildad no viene a negar cualidades verdaderas, sino a hacer fructificar los talentos (Mt 25, 14). Así como la fe es el fundamento positivo de la vida cristiana porque establece el contacto inicial con Dios, la humildad remueve los impedimentos de la vida divina en el hombre, que son la soberbia y la vanagloria que obstaculizan la gracia, dice Santo Tomás en la 2-2 161, 5. Por eso es el fundamento del edificio, "todo este edificio va fundamentado en humildad" nos dirá santa Teresa. La Humildad, que es el cimiento de todo el edificio, como escribió santa Teresa en las Moradas Séptimas 4, 9.

LA HUMILDAD EN LA PRÁCTICA«Sed humildes unos con otros» (1 Pe 5). Excelente manera de practicar la humildad se nos ofrece al tener que recibir la corrección. Hay que estar abiertos a la corrección fraterna. Que se nos puedan decir nuestras faltas sin que nos enfademos ni nos defendamos, sin que tratemos de justificarnos. Agradeciendo la corrección como una colaboración que nos prestan para mejorarnos. Quien bien te quiere, llorar te hará, a veces. Pero es más fácil que busquemos la compañía de los que nos adulan con su palabra o con su silencio en el que queremos interpretar su afecto hacia nosotros, su damos la razón y su dejarnos hacer lo que nosotros pretendemos. Es bueno que nos juntemos con quienes nos puedan enseñar. Será perjudicial que no queramos más que enseñar nosotros. Porque nos cerraríamos y pronto nos quedaríamos pobres, al no ensanchar más los horizontes.Aprender de todos y manifestar que estamos aprendiendo. Confesar que aquello no lo habíamos entendido hasta hoy. Aceptar nuestra limitación no nos humilla sino que nos ennoblece. Pocas veces se está dispuesto a querer aparecer como ignorante en una materia y es propio de almas inmaduras querer dar la impresión de que se lo saben todo, y de que aquello ellos ya lo sabían. Y con ello, la sencillez: «Llaneza, muchacho, que toda afectación es mala», dice don Quijote a Sancho. Sencillez en el hablar, sencillez en el escribir, naturalidad en el trato, como en familia, como entre hermanos educados y amantes.

NO SOLO EN PALABRASPero la humildad va más allá de las palabras. No consiste ciertamente en hacer profesión de nuestra inutilidad, quedándonos por dentro la conciencia engañada por un deseo de no vernos tal y como realmente somos. Humildad ante Dios es un reconocimiento de la realidad de nuestro ser, de nuestra vida y de nuestros actos. Pero le cuesta a la naturaleza aceptarse tal cual es ansiosa, como está, de ser más de lo que se es.Para ello y precisamente para ello, hay que empezar partiendo de ese ser y de ese carácter y de esa condición. Todo lo que no sea descender hasta ese bajo fondo, será poner parches y no llegar nunca a la eficacia de la evolución del carácter. Pero para las personas orgullosas por pasión dominante, es extremadamente difícil la corrección. Razón de más para que acepten la humillación.

REPARARCarácter altivo, genio fuerte, temperamento violento. Fallan. Caen. Se dan cuenta, cuando se dan, según la conciencia más o menos afinada, según el talento con exigencia de matizar y delicadeza. Quieren arreglarlo. Se lo pide su conciencia y no viven en paz, ni pueden llevar presencia de Dios, ni pueden hacer oración. Y llega el momento de la gracia. Y desean de veras arreglarlo. Pero desean arreglarlo, es decir, deshacer el entuerto, con el mínimo esfuerzo. Pondrán una sonrisa. Dirigirán la palabra suavizada. Dirán algo que pueda poner vaselina al chirriante arranque de genio... Pero no les vale. Porque se puede tratar de su formación. Y eso no sería formación, porque dejaría el mismo mal, pero encubierto. Podría servir para una política de convivencia fría y aparentemente pacífica. Pero no sirve para la virtud. Para la virtud, para adquirir la verdadera humildad, es necesaria una reparación clara. Una confesión sincera. Un reconocimiento de ese carácter. Mira, perdona, yo soy el primero en lamentarlo. Y no quiero ser así. Pero no puedo. Has de ayudarme. Un reconocimiento sencillo y humilde glorifica más a Dios y restablece la armonía social, y la eleva a mayor altura que la que tenía antes del destemplado arranque de genio. A eso hay que llegar. No debe el hombre creer fácilmente que es mejor de lo que es. Ni debe tener miedo de reconocer su limitación: A veces es sólo eso lo que hace falta. Que él lo vea. Y lo manifieste con llaneza. Ganará más puntos. Y se hará amable a Dios ya los hombres.

CONOCIMIENTO PROPIO
Para conseguir esta virtud, tan rara en el mundo, donde abunda la soberbia de la vida, es indispensable que se reflexione a menudo en lo que somos en el orden natural y en el sobrenatural. En aquél, miseria, ceniza, nada. En éste, pecadores e inclinados al mal y merecedores del eterno castigo. Frecuentemente nos manda la Iglesia recitar: «Humillémonos ante el Señor». «Reconozcamos nuestros pecados». Si pensamos en nuestros pecados nos humillaremos de verdad. Esta humildad transformará nuestras relaciones sociales al hacemos más comprensivos con los defectos de nuestro prójimo si pensamos que Dios nos ha perdonado tanto a nosotros (Mt 18,21-34). Esta humildad no nos dejará ver la paja en el ojo ajeno sino que nos centrará en la viga que tenemos atravesada en el nuestro (Mt 7,3). El reconocimiento verdaderísimo de nuestra vida conseguirá que nos veamos despreciables y viles a nuestros propios ojos. Esto nos llevará a confiar en Dios y a orar siempre para que fortalezca nuestra debilidad.
DIOS ABATE A LOS SOBERBIOS Y EXALTA A LOS HUMILDES.
”Si las almas no se determinan bien de veras a adquirir la virtud de la humildad, no hayan miedo que aprovechen mucho. Dios no las subirá mucho porque sabe que no hay cimientos, y exaltadas, la caída sería más ruidosa (Santa Teresa Moradas séptimas).Y con ser tan necesaria esta virtud es la más difícil de alcanzar y la que más brilla por su ausencia incluso entre las gentes piadosas. ¡Cuesta tanto el desprendimiento de lo que más amamos, de nuestra voluntad, de los puntos de vista o criterios propios...!¡Es tan arduo morir en nuestra más secreta intimidad! Aparecer ante los demás como humildes es relativamente fácil. Serlo de veras, matar el amor propio, enterrarlo bien enterrado muchos metros bajo la tierra, sobrepuja las humanas posibilidades. «Non oritur in terra nostra». La humildad no crece en nuestra tierra -dijo san Juan Berckmans.
CRISTO HUMILDE
Fortalecerá el deseo de ser humildes la amorosa Contemplación de Cristo humilde antes de nacer, en su nacimiento, en su vida oculta de Nazaret. Él es un pobre aldeano, un obrero manual, sin estudios en Academias ni Universidades, sin dejar traslucir un solo rayo de su divinidad. La humildad de Jesús en su vida pública. Escoge sus discípulos entre los más ignorantes y rudos; pescadores y un publicano. Busca y prefiere a los pobres, a los pecadores, a los afligidos, a los niños... Vive pobremente, predica con sencillez, enseña con ejemplos populares al alcance de la inteligencia del pues «Cristo no hizo alarde de su categoría de Dios. Tomó condición de esclavo pasando por uno de tantos» (Flp 2, 7). ¡Qué ridículos los pobrecitos hombres! Las condecoraciones, los halagos. Y, ¡pobre del que venga a quitárnoslo! Hemos de meditar mucho en la actitud de Cristo humillado. ¿Un Cristo escupido y tú te exaltas? Eso un contrasentido. La religión es humildad, amor, serio de los hombres hasta la cruz. También María, nos ayudará con su ejemplo y con su plegaria de Madre a conseguir la perfección de esta joya: la humildad.

viernes, 15 de mayo de 2009

NO SE LO DIGAS A MAMA


Mariló Montero es periodista y madre de una adolescente. En el artículo siguiente reflexiona, desde su rol de madre, sobre la propuesta de la Sra. Aído de que las adolescentes puedan abortar sin el consentimiento/conocimiento de sus padres.

Me gustaría saber la identidad de los nueve expertos en los que la ministra Bibiana Aído se escuda para defender que una niña de dieciséis años puede abortar sin consultar con sus padres. Me gustaría saber de qué son expertos y si son padres y madres. Me gustaría saber en qué se fundamentan para decir que dejar tan dramática decisión en manos de una adolescente aterrada es lo mejor para ella. Me gustaría saber si se han parado a pensar que esa criatura, tras mantener una relación sexual precipitada, va a empezar a sufrir lo que la literatura científica ya ha diagnosticado ante un aborto.
El síndrome de aborto reúne quince síntomas psicológicos que van desde la angustia al sentimiento de culpabilidad, la ansiedad, los terrores nocturnos, la depresión, los trastornos de alimentación o de la vida sexual. Síntomas que pueden llegar a aparecer, dicen los psicólogos de la Asociación de Víctimas del Aborto, incluso años después de haber abortado. Me gustaría saber con qué valor lanza la joven ministra Aído, con una sonrisa, como quien anuncia un anticonceptivo novedoso, que una niña de dieciséis años está tan capacitada para abortar como para casarse.
Una niña de dieciséis años no está capacitada para abortar ni para casarse, por mucho que se esté normalizando lo que son parches en la vida. Una cosa es que lo haga y otra bien distinta la sacudida que la vida le da a una adolescente casada, quien sale adelante gracias a los apoyos de la familia. Me gustaría saber quién le va a informar a las adolescentes de dieciséis años de que si se queda preñada puede abortar sin decírselo a los padres y también en quién se va a apoyar ante semejante circunstancia. ¿En la mamá-administración, o en su mejor amiga, con la que intercambia los vaqueros e inventa en su habitación coreografías de Beyoncé? Me gustaría saber si esos expertos conocen lo que es ser padres y las complicaciones a las que nos enfrentamos para conquistar la confianza de nuestros hijos en la difícil adolescencia. Me gustaría saber el protocolo de actuación que se llevará a cabo cuando una niña de dieciséis años acuda al centro para abortar y cómo será tratada. Me gustaría saber qué pretenden con esta propuesta de Ley, que autoriza a que se rompa la confianza entre hijos y padres. Y me gustaría saber qué se pretende de los padres el día que nuestra hija decidiera abortar en soledad. ¿La recibimos con un aplauso? ¿Le damos sopa caliente? ¿Le preguntamos si llegó a ponerle nombre? ¿O quién habría sido el padre? ¿Debemos obviar el tema, o celebrarlo con una barbacoa? ¿Trae esas instrucciones la nueva reforma de la Ley del aborto? Una cuestión más: ¿meterán en la cárcel a una madre que le discuta esa decisión a su hija adolescente? O es la ley del “no se lo digas a mamá porque no la necesitas”. Señorita Aído, me gustaría saber si mi hija ha abortado sola. Porque soy su madre.

UN TESTIMONIO DE CONVERSION


Después de recorrer el sufismo, el budismo, taoísmo, el psicochamanismo e innumerables corrientes de la Nueva Era, Jacobo recibió por fin el Bautismo, la semana pasada. Para él, entrar en la Iglesia católica ha sido entrar en la realidad. En estas líneas cuenta su historia, y las razones de su interés por el cristianismo


Mi nombre es Jacobo, tengo 33 años y actualmente cubro una baja como maestro de Primaria en un colegio concertado de Madrid, dando clase a niños de 6 años. Llevo escasos meses en esta profesión. Inicié tardíamente los estudios de Magisterio y no les prestaba apenas atención; a la vez trabajaba como técnico ayudante de luz y sonido en un teatro de la Comunidad de Madrid, tan sólo los fines de semana, y no todos, y sólo durante ciertas temporadas. Realmente lo que hacía era justificarme ante mí, ante mi familia y ante los amigos y la sociedad, pues era incapaz de llevar una vida adulta, de afrontar la más mínima responsabilidad ni compromiso. Llevaba una vida de adolescente, huyendo constantemente de la vida real. Pero de la realidad no se puede huir; yo creía que huía, pero me metía en un pozo cada vez más oscuro y estaba cada vez más confuso. Yo me iba cocinando mi propia receta, me iba inventando la vida, la realidad, cogiendo un poquito de aquí y otro poco de allá, según mi gusto, mi apetencia: el hedonismo superficial, la pura apetencia, el placer inmediato, con unos toques de espiritualidad, pero espiritualidad barata. Y, así, pase por el sufismo, un poco de budismo, taoísmo, de psicochamanismo, pero sin entrar a fondo en nada, en parte por esa dinámica de picoteo, pero también porque, después de cierto tiempo, intuía que ahí no estaba lo que buscaba, lo que mi corazón anhelaba. Tan sólo profundicé algo más en la gnosis de G.I. Gurdjieff, personaje que, tras pasar por múltiples ramas del misticismo y el esoterismo de su época, las mezcló todas y se sacó de la manga un cóctel explosivo conocido como El Cuarto Camino, y que, en mi caso, en unos meses me ayudó a huir y dejar a mi novia, el trabajo, mis estudios y a mis propios padres. Todo este popurrí de Nueva Era aceleró el proceso, pero no era ésta la causa última. Mi vida ya hacía aguas por todos lados. Está claro que, ya antes, yo estaba tocado, muy confuso, dudaba absolutamente de todo y no tenía ni la mas mínima certeza acerca de esta vida: todo era relativo, todo dependía de cómo lo miraras.Algo había allíPor aquellas fechas yo ya había conocido en la universidad a un profesor y sacerdote, José Luis Almarza, que impartía una asignatura de libre configuración titulada Hecho religioso, hecho cristiano. En aquella época era la única asignatura a la que asistía. Este profesor en clase trabajaba un libro llamado El sentido religioso, de un tal Luigi Giussani. Yo ni me enteraba de lo que hablaba en sus clases, pero algo había en cómo hablaba, cómo se movía y como me trataba, que me atrajo. Y, después de sus clases, echándonos un cigarrillo (a los que él siempre invitaba), yo le contaba mi vida, charlábamos, y él se interesaba con verdadero afecto (aunque muchas veces sospechara de él) por mí y toda mi historia y circunstancia.Poco a poco abandoné -afortunadamente para mi mente, pero también para mi bolsillo- los grupos esotéricos, el Cuarto Camino, el psicochamanismo (un intento de perdonarte y curar tus heridas tú mismo); retomé los estudios de Magisterio, que tenía abandonados; fui recuperando poco a poco la relación con mis padres y comencé paulatinamente a ir entrando en la realidad, algo que para mí hoy es tarea de todos los días, pero es algo que no hago solo.Conocí una comunidadAsí, a través de José Luis comencé a conocer a un grupo de gente, no una secta, sino una comunidad eclesial, que vivía mirando a la cara a las cosas, para los que la vida, la realidad, no era un peso, un problema, sino una oportunidad; cada cosa, cada circunstancia, cada minuto, una oportunidad de aprender, de comprender, de entender un poco más la vida, su vida, la realidad. Y esto a través de cada cosa, de cada particular, sin tener que pasar antes por el aro de ninguna teoría, filosofía o ideología. Y te encontrabas con que, efectivamente, ponían (no imponían) palabras a todo lo que ocurría, que me entendían y me explicaban mejor que yo mismo; ya no tenía que forzar las cosas, pegar cuatro volteretas en el aire en mi cabeza, sino que sus palabras coincidían con lo que yo vivía, con lo que a mí me ocurría y me ocurre.Y comienzas a preguntarte de dónde viene esa capacidad de entender, de comprender las cosas, pero también de vivirlas, de vivir la vida como una auténtica aventura, con seriedad, pero con alegría... ¡Cómo no me voy a adherir a esto, cómo no va a ser razonable que acompañado de esta gente viva mi vida! ¡Y encima gratis! Y hay millones de cosas que no comprendo, que se me escapan, que incluso a veces me rechinan, con las que me peleo, que entran en conflicto con mis ideas, con mis apetencias, con lo que la gente piensa y como la mayoría vive (vivimos) la vida; con mi familia, con mis amigos, con los compañeros de trabajo. Parece que es ir contracorriente, pero es que esta corriente que parece que va en contra de todo está llena de inteligencia, de verdadero afecto, de pasión por la vida, de realismo, lo abraza todo, no deja nada fuera. ¿Acaso no es esto razonable? Adherirme a esto, ahora con el Bautismo, es lo más razonable e inteligente que yo he hecho en toda mi vida y sólo espero no olvidarme y darme cuenta de ello todos los días. Ven, Espíritu Santo.

Jacobo Gil Magallon

FRANCISCO DE ASIS


Francisco de Asís, paso a paso, la obra póstuma de Fr. Tomás Gálvez, nos presenta a un hombre católico que ahonda en las raíces de fidelidad a la Iglesia según va madurando su conversión y tomando decisiones; solícito con los pobres y los enfermos, hombre de paz, creador de fraternidad, de una espiritualidad afectiva, cercana y profunda, que nace del Evangelio; peregrino y misionero, buscador de manantiales de agua viva en los grandes santuarios de su época y a la vez en perenne misión; convertido al final de su vida, poco a poco, en llama espiritual para la fraternidad, la Iglesia y la sociedad. Combinando con destreza los trazos históricos con las numerosas leyendas y tradiciones, que contrasta y sitúa en un cuadro cronológico y lineal de la vida del santo de Asís, compone una biografía al estilo de las primeras biografías de Francisco, integrando sus peripecias, su camino de fe y sus enseñanzas con sencillez y fluidez.Fr. Tomás Gálvez Campos nació en Puente Genil (Córdoba) el 20 de febrero de 1949. Hizo la profesión solemne en la Orden de los Franciscanos Conventuales en 1974 y fue ordenado sacerdote en Sevilla en 1979. Vivió su vida franciscana y ejerció su ministerio sacerdotal en distintas fraternidades de España, en el Sacro Convento de Asís y en la Curia General en Roma, donde fue responsable de las publicaciones de lengua española. Publicó una obra sobre san Maximiliano Kolbe: La fuerza creativa del amor, investigó sobre la historia de la Orden en España, creó www.fratefrancesco.org, y en 2008 entregó esta obra, fruto de su amor a san Francisco. Falleció en Malta en 2008.

LA EXCELENCIA DE REZAR EL ROSARIO


Romano Guardini nos descubre aquí esa forma de oración de la que han vivido generaciones de creyentes: el rosario. La repetición de las mismas palabras y el ritmo de la respiración son los apoyos externos para permanecer en la cercanía de Dios. Desde la perspectiva de María, el orante contempla el acontecimiento central de la Historia de la Salvación, el misterio de la Encarnación de Dios. A una introducción espiritual de carácter básico se unen unas breves exposiciones teológicas de los distintos misterios y unas indicaciones prácticas para realizar debidamente esta forma de oración.
Romano Guardini
(Verona, 1885-Munich, 1968) Teólogo católico alemán. Estudiante de química y de economía en Tubinga y en Berlín, cursó los estudios eclesiásticos y fue ordenado sacerdote. Fue profesor de dogmática en Bonn (1922), de filosofía católica en Berlín (1923) y maestro en el arte de la interpretación; ejerció una considerable influencia en la juventud católica alemana después de la I Guerra Mundial. Su cátedra fue suprimida en 1939 por el régimen nacionalsocialista.
En 1945 fue invitado a enseñar en la Universidad de Tubinga y, a partir de 1948, en la de Munich, donde exponía su propio pensamiento acerca de una cosmovisión católica del mundo. Para sustituirle, tras su jubilación, se llamó a Karl Rahner. En 1952 obtuvo el premio de la paz de los libreros alemanes.
De inspiración agustiniana, su teología, que explora amplios espacios de la cultura, es más una evocación de la vida de fe que una sistematización dogmática. Entre sus muchas obras, cabe recordar El espíritu de la liturgia (1917), Cartas de autoformación (1922), El universo religioso de Dostoievski (1933), La muerte de Sócrates (1934), Pascal (1934), La esencia del cristianismo (1939), Libertad, gracia y destino (1948), La aceptación de sí mismo (1950) y El Señor (1954).


ISBN: 978-84-330-2282-0"PVP: 9,62/10

jueves, 14 de mayo de 2009

SABER REZAR


Evangelio según San Juan 15,9-17.

Como el Padre me amó, también yo os he amado a vosotros. Permaneced en mi amor. Si cumpllís mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he dicho esto para que mi gozo sea el vuestro, y ese gozo sea perfecto. Este es mi mandamiento: Amaos los unos a los otros, como yo os he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Vosotros sois mis amigos si haceis lo que yo os mando. Ya no os llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo os llamo amigos, porque os he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No sois vosotros los que me eligistéis a mí, sino yo el que os elegí a vosotros, y os destiné para que vayáis y deis fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidaís al Padre en mi Nombre, él os lo concederá. Lo que yo os mando es que os ameís los unos a los otros.


Hay que prestar atención cuando se lee. Para hacer oración de petición hay que hacerlo en nombre de Cristo.

Así por ejemplo: Dios mio, en nombre de tu hijo Jesucristo me gustaría mucho.............

pero en todo caso hagase tu voluntad....

miércoles, 13 de mayo de 2009

LA ROSA


UNA ROSA NO NECESITA DECIR QUE ES UNA ROSA. SE LA CONOCE POR SU FRAGANCIA

POR SUS HECHOS LOS CONOCEREIS.

OBSERVA SOBRE TODO LO QUE HACE Y NO TANTO LO QUE DICE.

NO ES EL ARBOL MALO EL QUE DA FRUTOS BUENOS.

LA VID Y LOS SARMIENTOS


Evangelio según San Juan 15,1-8.Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que yo os anuncié. Permaneced en mí, como yo permanezco en vosotros. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada podéis hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si vosotros permanecen en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo obtendréis. La gloria de mi Padre consiste en que vosotros deis fruto abundante, y así seáis mis discípulos.


Leer el comentario del Evangelio por Beata Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad El gozo del don
«Permaneced en mí como yo en vosotros»
No es posible comprometerse en el apostolado directo si no se es un alma de oración. Seamos conscientes de ser uno con Cristo, tal como él era consciente de ser uno con su Padre; nuestra actividad no es verdaderamente apostólica si no en la medida en que le dejamos a él trabajar en nosotros y a través nuestro con su propio poder, su deseo y su amor. Hemos de llegar a la santidad pero no para sentirnos en estado de santidad, sino para que Cristo pueda plenamente vivir en nosotros. El don total de nosotros mismos en el amor, en la fe, en la pureza, está ligado al servicio de los pobres. Sólo cuando hayamos aprendido a buscar a Dios y su voluntad, nuestras relaciones con los pobres serán un camino de santificación para nosotros y para los demás. Amad orar; a lo largo del día sentid la necesidad de orar y esforzaos para orar. La oración dilata el corazón hasta tener la capacidad de este don que Dios nos hace de sí mismo. Pedid y buscad, y vuestro corazón se ensanchará hasta poderle acoger y que esté con vosotros. Lleguemos a ser un verdadero racimo de la viña de Jesús, un racimo que dé fruto. Para ello aceptemos a Jesús en nuestra vida tal como a él le plazca de llegar hasta nosotros:

como Verdad para ser dicha,

como Vida para ser vivida,

como Luz para ser encendida,

como Amor para ser amado,

como Camino para ser seguido,

como Gozo para ser dado,

como Paz para ser derramada,

como Sacrificio para ser ofrecido,

entre nuestros familiares,

nuestros prójimos, nuestros vecinos.

lunes, 11 de mayo de 2009

SENTIMIENTOS


LOS SENTIMIENTOS NO EXPRESADOS SE

CONVIERTEN EN RESENTIMIENTO.

EL QUE NO TIENE UN DESAGÜADERO

TIENE UN PUDRIDERO

viernes, 8 de mayo de 2009

NUEVO MODELO DE SOCIEDAD


Cuando participé en el Foro Económico Mundial para América Latina, el 15 de abril, en Rio de Janeiro, pregunté: ante la actual crisis financiera, ¿se trata de salvar al capitalismo o a toda la humanidad? La respuesta es aparentemente obvia. ¿Por qué entonces el adverbio de modo? Por una sencilla razón: no son pocos los que creen que fuera del capitalismo la humanidad no tiene futuro. ¿Pero acaso tuvo pasado?
En cerca de 200 años de predominio del capitalismo el balance es excelente si consideramos la calidad de vida del 20% de la población mundial que vive en los países ricos del hemisferio norte. ¿Y el restante 80%? Excelente también para bancos y grandes empresas. Sin embargo, ¿cómo explicar, a la luz de los principios éticos y humanitarios más elementales, estos datos de la ONU y de la FAO: de seis mil quinientos millones de personas que habitan hoy el planeta, casi cuatro mil millones viven por debajo de la línea de pobreza, de los cuales mil trescientos millones por debajo de la línea de la miseria. Y 950 millones sufren desnutrición crónica.
Si queremos sacar algún provecho de la actual crisis financiera debemos pensar en cómo cambiar el rumbo de la historia y no sólo cómo salvar empresas, bancos y países insolventes. Debemos ir a la raíz de los problemas y avanzar lo más rápidamente posible en la construcción de una sociedad basada en la satisfacción de las necesidades sociales, de respeto a los derechos de la naturaleza y de participación popular en un contexto de libertades políticas.
El desafío consiste en construir un nuevo modelo económico y social que ponga las finanzas al servicio de un nuevo sistema democrático, fundado en la satisfacción de todos los derechos humanos: el trabajo decente, la soberanía alimentaria, el respeto al medio ambiente, la diversidad cultural, la economía social y solidaria y un nuevo concepto de riqueza.
La actual crisis financiera es sistémica, de civilización, y exige nuevos paradigmas. Si el período medieval tuvo como paradigma la fe y el período moderno la razón, el posmoderno no puede cometer la equivocación de erigir el mercado en paradigma. Estamos todos en medio de una crisis que no es solamente financiera, sino también alimentaria, ambiental, energética, migratoria, social y política. Se trata de una crisis profunda, que pone en jaque la forma de producir, comerciar y consumir. El modo de ser humano. Una crisis de valores.
Desacelerado el marasmo financiero, es inútil que los gobiernos traten de convertir el dinero del contribuyente en tabla de salvación de conglomerados privados insolventes. La crisis exige que se encuentre una salida capaz de superar el sistema económico que agrava la desigualdad social, favorece la xenofobia y el racismo, criminaliza los movimientos sociales y genera violencia. Sistema que se empeña en priorizar la apropiación privada de los beneficios por encima de los derechos humanos universales, la propiedad privada por encima del bien común, e insiste en reducir a las personas a la condición de consumidores y no en promoverlas a la dignidad de ciudadanos.
Hay que transformar la ONU, reformada y democratizada, en un foro idóneo para articular las respuestas y soluciones a la crisis actual. Urge implementar mecanismos internacionales de control del movimiento de capitales, de regular el libre comercio, de poner fin a la supremacía del dólar y a los paraísos fiscales, y asegurar la estabilidad financiera a nivel mundial.
No encontraremos salida si no nos damos cuenta de que nuevos valores deben ser rigurosamente asumidos, como volver moralmente inaceptable la pobreza absoluta, en especial bajo la forma de hambre y desnutrición. Es necesario construir una cultura política de compartir los bienes de la Tierra y de los frutos del trabajo humano, y pasar de la globocolonización a la globalización de la solidaridad.
Las Metas del Milenio, y en especial los siete objetivos básicos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, de 1995, deben servir de base a un pacto para una nueva civilización: 1) Escolaridad primaria universal. 2) Reducción inmediata del analfabetismo de adultos en un 50%. 3) Atención primaria de salud para todos. 4) Eliminación de la desnutrición grave y reducción de la moderada en un 50%. 5) Servicios de planificación familiar. 6) Agua potable al alcance de todos. 7) Créditos a bajo interés para empresas sociales.
La experiencia histórica demuestra que el hacer efectivas esas metas exige transformaciones estructurales profundas en el modelo de sociedad que predomina hoy, de modo que se puedan reducir significativamente las profundas asimetrías entre naciones y las desigualdades entre personas.

Frei Betto
[Autor, junto con Luis Fernando Veríssimo y otros, de "El desafío ético", entre otros libros.

jueves, 7 de mayo de 2009

INTELIGENCIA ESPIRITUAL

Superior a la inteligencia mental, emocional y volitiva es la INTELIGENCIA ESPIRITUAL, sobre la cual hay cada vez más estudios.
La inteligencia espiritual no es un monopolio de las religiones, es un patrimonio del hombre.
La inteligencia espiritual relaciona el espíritu y la materia, se ocupa de la trascendencia, de lo sagrado, de los comportamientos virtuosos: perdón, gratitud, humildad y compasión, de comprender que somos parte de un todo con el cual necesitamos estar en contacto.
Algunos lo hacen orando, otros asumiendo su responsabilidad social, practicando las leyes espirituales del amor, paz, felicidad. Son los que mejoran la calidad de sus vidas.
Si el intelecto se olvida de la compañía del espíritu, degrada el medio ambiente, las creencias, la familia; es decir aquello que más importa. Hoy que la educación descuida la inteligencia espiritual está creando autómatas altamente capacitados. Para que la tecnología se humanice debe congeniar con la fuente. El espíritu individual y social se nutren, la enfermedad del espíritu se paga, la bancarrota espiritual precede a la quiebra económica.

Coeficientes encadenados. El CI -coeficiente intelectual- mide la capacidad de resolver problemas, el CE, emocional, la posibilidad de automotivarnos y de motivar, el CES ( coeficiente de inteligencia espiritual) cómo nos relacionamos con el todo y con los principios universales. El CES tiene la fortaleza del porqué, el CI y el CCR ( coeficiente de creatividad) sugieren el qué hacer, la visión. El cómo hacer, implica la disciplina del CEJ - coeficiente de ejecución-, el CE es el Quantum de la pasión. ¿ Cómo convertir espíritu en materia?

 Habilidades de la Inteligencia Espiritual según Emmons (2000) a) Capacidad de Trascendencia: del mundo físico y cotidiano para tener una percepción más elevada de sí mismo y del mundo circundante. c) Capacidad para entrar en estados iluminados de conciencia, es decir, una experiencia mística acerca de lo sagrado.
 c) Capacidad de significar la actividad y los acontecimientos con un sentido de lo sagrado: para él significa ver los acontecimientos con un propósito y con una perspectiva personal. d) Capacidad de utilizar recursos espirituales para solucionar problemas de la vida, es decir, incorporar en las soluciones la perspectiva espiritual. e) Comportarse de un modo virtuoso, es decir, el comportamiento conciente a las tareas y responsabilidades de la vida.
 Personas extraordinarias según Ekman • Emanan una sensación de bondad que es reflejo del estado de la persona. • Falta de interés personal (despreocupación por el status, la fama y el ego). • Los demás la encuentran una persona nutricia. • Poseen una asombrosa capacidad de atención y concentración.
 Estas tres posibilidades de encontrarle un sentido a la vida son: una acción que realizamos, una obra que creamos, o una vivencia, un encuentro y amor. Pero aun cuando somos confrontados con un destino imposible de cambiar (digamos con una enfermedad incurable, un carcinoma inoperable), podemos lograr el reconocimiento de un sentido de la vida, dando testimonio de la capacidad más humana posible: la capacidad de transfigurar el sufrimiento en un logro humano. Frankl, (2003)
 Rasgos de la Inteligencia Espiritual según Danah Zohar • Capacidad de flexibilidad. • Grado elevado de autoconocimiento. • Capacidad de enfrentar el Dolor. • Capacidad de aprender con el sufrimiento.
 • Capacidad de inspirarse en ideas y valores. • Rechazo a causar daños a otros. • Tendencia a cuestionarse sus acciones. • Capacidad de seguir sus ideas yendo contra las convenciones.
 Manifestaciones de la Inteligencia Espiritual según Menegatti • Fé. • Esperanza. • Perdón. • Capacidad de arrepentimiento diferente a la culpa. • Humildad.
 Los estados mentales destructivos y los estados mentales constructivos de Owen Estados Mentales Destructivos: • Baja autoestima. • Exceso de confianza. • Celos y envidia. • Falta de compasión. • Incapacidad de tener relaciones interpersonales próximas.
 Los estados mentales destructivos y los estados mentales constructivos de Owen Estados mentales constructivos: • Respeto hacia uno mismo. • Autoestima (merecida) hacia uno mismo. • Sensación de integridad. • Compasión. • Benevolencia. • Generosidad. • Ver la verdad, la bondad y la justicia. • Amor. • Amistad.
 “ Si hay rectitud en el corazón, habrá belleza en el carácter. Si hay belleza en el carácter, habrá armonía en el hogar. Si hay armonía en el hogar, habrá orden en la nación. Si hay orden en la nación, habrá paz en el mundo”.

CREER Y CREAR


PARA CREAR HAY QUE CREER:

- En el Creador
- En uno mismo
- En los demas

martes, 5 de mayo de 2009

APRENDER DEL SUFRIMIENTO


El sufrimiento es la gran escuela del aprendizaje humano. Hay verdad en la frase atribuida a Hegel: «el ser humano no aprende nada de la historia, pero aprende todo del sufrimiento». Prefiero la formulación de san Agustín en sus Confesiones: «el ser humano aprende del sufrimiento, pero mucho mas del amor».El amor fati (el amor a la realidad pura y cruda) de los antiguos y retomado por Freud se impone en los días actuales en que la humanidad se ve asolada por una gran crisis de sentido subyacente la crisis económico-financiera.
Debemos reaprender a amar de forma desinteresada e incondicional a la Tierra, a todos los seres, especialmente a los humanos, a los que sufren, respetarlos en su diferencia y en sus limitaciones. El amor es una fuerza cósmica que «mueve el cielo y las estrellas», al decir de Dante. Sólo quien ama, transforma y crea.
Los grandes se reúnen, están confusos y no saben exactamente qué hacer. Es que aman más el dinero que la vida. Si hubiese amor, aprobarían lo que se está proponiendo: una «Declaración Universal del Bien Común de la Humanidad», base para un «Nuevo Orden Global y Multilateral» que contemple a toda la humanidad, incluida la Tierra. Pero no. Perplejos, prefieren repetir fundamentalmente las fórmulas que no resultaron. Entre tanto cabría preguntar: ¿qué capacidad tienen 20 gobiernos para decidir en nombre de 172? ¿Dónde están los títulos de su legitimidad? ¿Solamente que son los más fuertes?
Aunque así fuera, veo que se pueden sacar algunas lecciones útiles para las próximas crisis que se están anunciando.
La primera es que los gobernantes, por encima de sus diferencias, pueden unirse ante un peligro global. Aunque sus soluciones no representen una salida sostenible de la crisis, el hecho de que estén juntos es significativo, pues dentro de poco enfrentaremos una crisis mucho peor: la de la insostenibilidad de la Tierra y de los efectos perversos del calentamiento global. Éste traerá consigo la crisis del agua y de la inseguridad alimentaria de millones y millones de personas. Tal situación forzará una unión de los pueblos y de los gobiernos, mayor que ésta del G-20 en Londres, si quieren sobrevivir. Si grande será el peligro, mayor será la posibilidad de salvación, decía un poeta alemán, siempre que se dé esta unión. La solución solamente vendrá de una política mundial asentada en la cooperación, en la solidaridad, en la responsabilidad mundial y en el cuidado para con la Tierra viva.
La segunda lección es que no podemos prolongar más el fundamentalismo del mercado, el pensamiento único que arrogantemente anunciaba que no había alternativas al orden vigente, como si la historia hubiera sido congelada a su favor y hubiese destruido el principio-esperanza. No podemos confiar más en la mera razón funcional, desvinculada de la razón sensible y cordial, base del mundo de las excelencias y de los valores infinitos (Milton Santos, nuestro gran geógrafo brasileño) como el amor, la cooperación, el respeto, la justicia y otros. Esta vez, o elaboramos una alternativa, es decir, un nuevo paradigma civilizatorio, con otro modo de producción, que respete los ritmos de la naturaleza, y un nuevo patrón de consumo solidario y frugal o tendremos que aceptar el riesgo de desaparición de nuestra especie y de un grave daño a la biosfera. La Tierra puede continuar sin nosotros. Nosotros no podemos vivir sin la Tierra.
La tercera lección es constatar que la economía, como eje estructurador de toda la vida social, se vuelve hostil a la vida y al desarrollo integral de los pueblos. Debe ser reconducida a su verdadera naturaleza, la de garantizar la base material para la vida y para la sociedad.
Vivimos tiempos de grandes decisiones que representan rupturas instauradoras de lo nuevo. Bien notaba Keynes: «la dificultad no estriba tanto en formular de nuevas ideas, como en sacudirnos las viejas». Las viejas se desmoronan. Sólo nos queda confiar en las nuevas. De ellas depende un futuro mejor.
Leonardo Boff

GRIPE, MENTIRAS Y JUEGOS DE VIDEO





Veinticuatro mil personas mueren diariamente de hambre, 3.000 de malaria, 3.500 de tuberculosis, algunas centenares de dengue. Estos son los números de las verdaderas epidemias, pandemias o como se quieran llamar a lo que rodean nuestras vidas y las hacen más inestables.
Si buscamos datos de estos desastres que asolan este mundo injusto en que vivimos podemos quedarnos de piedra: hay poca información porque estas verdaderas epidemias no venden diarios ni inciden en la atención radiofónica de los oyentes ni en la mirada compasiva de los televidentes. No nos preocupan porque no nos afectan.
Salvo excepciones la gripe porcina ha provocado un regusto por el sensacionalismo en todos los medios de comunicación. La alerta sanitaria, lógica al producirse en un país tan deficiente desde el punto de vista médico como México, ha sido reconvertida en una amenaza galáctica como si el mundo estuviese a punto de enfrentarse a un virus mutante capaz de convertirnos a todos en primos de los cinematográficos Lobezno y los X men.
El circo mediático ha cruzado una vez más la línea del pudor y ha vomitado en los principios básicos del periodismo. En vez de utilizar una vara de medir lógica, la prensa ha jugado a provocar la histeria colectiva. Todo con tal de vender papel, aunque fuese pura basura, mentiras radiofónicas o videos adulterados. Todo con tal de desviar la atención de problemas más graves que nos afectan.Cada uno de los supuestos muertos por el virus de moda ha tenido más espacio mediático que decenas de miles de muertos por virus antiguos o enfermedades que deberían estar erradicadas si nuestras autoridades políticas o sanitarias tuviesen una pizca de vergüenza. O si nosotros tuviésemos la decencia de protestar por los verdaderos virus de destrucción masiva.
El virus más cansino de la historia ya que parece que sólo le gusta viajar en avión, “sin voluntad asesina”, tal como lo ha definido algún epidemiólogo, ha sido presentado como un criminal en serie dispuesto a matar a un ritmo de película de terror de serie B.
Casi todos los informativos de televisión o de radio o casi todas las crónicas escritas han destacado con ambigüedad calculada cifras adulteradas, casos personales que carecían de interés médico y han escondido las llamadas a la calma de los especialistas más sensatos.
Algunas crónicas parecían copiadas de mediocres novelas de ciencia ficción. Otras empezaban por la anécdota y el verdadero lead, la sensata idea de que estamos ante un globo hinchado mediático e irresponsable, aparecía perdido o sepultado bajo paladas de verborrea.El virus le ha venido de perlas al gobierno de nuestra nación. De repente el desastre económico del último año se ha volatilizado. La semana en que se anunció el derrumbe histórico de nuestro producto interior bruto, con cifras de parados que nos permite regresar a la cola de Europa, se ha superado con un simulacro interpretado por el virus menos letal de la historia.
A la oposición tampoco le ha disgustado el entretenimiento. Sus crisis internas y sus corruptelas han quedado aparcadas hasta mejores tiempos. En vez de asumir unos previsibles costes políticos se han dedicado a desempolvar la artillería de cara a las elecciones europeas. Otra vez asistiremos al bochornoso espectáculo al que gobierno y oposición nos tienen acostumbrados desde hace varios años cada vez que se acerca una cita electoral.
Más de ocho millones de personas mueren al año de hambre, un millón y medio de malaria y una cantidad parecida de tuberculosis. 900 millones de seres humanos sufren hambre extrema, más de 52 millones en América Latina.
Y como explica el diario Público en su edición del sábado 300.000 personas mueren al año por enfermedades o virus que “no generan alarma”. Por ejemplo, 70.000 de Leishmaniasis, 50.000 de Cisticercosis, 55.000 de Rabia.
Y además las variantes de la gripe causan 3.000 muertos anuales en España.¿Por qué todos estos muertos no tienen derecho a su minuto de gloria? Porque han fallecido fuera de la hora punta de los informativos y en lugares alejados de nuestras vidas y nuestras conciencias.


Gervasio Sánchez


En Heraldo de Aragón


5 de Mayo de 2009