martes, 26 de agosto de 2008

DON Y PERDON


DON Y PERDÓN




La noción de Perdón para el hombre espiritual en general, particularmente para el cristiano, supera la estricta justicia humana y participa del exceso de Dios que es Don.
Don y Perdón son próximos, no solo por su etimología sino por su contenido, ambos pertenecen al orden de intercambio gratuito.
Dar, no es meramente prestar – No se da por obligación. Perdonar, no es meramente dejar sin efecto una deuda – No se perdona a la fuerza. Dar y Perdonar pertenecen al orden del corazón en el sentido pascaliano y bíblico del término, se trasciende la mera racionalidad de las relaciones humanas.

¿Por qué debe el ofendido dar el primer el paso, y perdonar al ofensor?
El mal que comete el ofensor lo afecta personalmente tanto como a su victima; se envilece y hasta se destruye. Rebajado frecuentemente a sus mismos ojos, tiene una inmensa necesidad de rehabilitarse de restaurar su dignidad.

¿Quien es el mas herido?
Si el ofendido es el que mas sufre, subjetivamente es con frecuencia el que mas se destruye humanamente. Solo la misericordia, tal como la vemos encarnada en Cristo, permite hacer justicia sin humillar y recibir el perdón sin alienarse en el mal. El nos da la fuerza de inventar una justicia que no aplasta al hombre, que no lo condena sino que lo libera. Solo en Jesús se concilian amor y verdad.
El tema de la dignidad del hombre desde la perspectiva de la misericordia es quizás la enseñanza mas constante de Juna Pablo II, lo encontramos en todos sus discursos “A veces descubrimos en la misericordia una relación de desigualdad entre el que la ofrece y el que la recibe. En consecuencia nos sentimos tentados a deducir que la misericordia ofende al que es objeto de ella, que atenta contra la dignidad del hombre”.
Pues bien la misericordia, rostro del amor, constituye el dinamismo vital y profundo que le revela al hombre su verdadero rostro y que es la fuente de su estructuración. El que perdona y el que es perdonado manifiestan ambos que la grandeza del hombre esta en encontrar de nuevo, es redescubrir, su dignidad.

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