jueves, 27 de agosto de 2009

DIOS SE REVELA A LOS SENCILLOS


La presente reflexión se basa en dos textos del evangelio: Mt 11, 25 y Lc 10 21.22. Jesús está exultante de gozo y gratitud hacia su Padre porque ha tenido a bien revelar lo más importante del Reino a los niños, a los sencillos, a los limpios de corazón, y ocultárselas a los sabios y poderosos.

Este conocimiento ocultado y revelado por Dios no pertenece al orden especulativo sino al orden del amor. No quiere esto decir que los sabios estén condenados a no conocer a Dios. La historia de los santos atestigua lo contrario.

Más es un hecho que los que se consideran entendidos frecuentemente se convierten en soberbios y autosuficientes. “Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”.
De modo que la vanidad, el excesivo afán de notoriedad, de protagonismo, etc.. son obstáculos para “ver” a Dios y muchas veces para “ver” a Cristo y amarle y vivir su mensaje.

“Si no os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”. –Mt 18, 3- No significa que los sabios se vean definitivamente privados del acceso a la revelación de las cosas más importantes. Siempre tienen la posibilidad de convertirse. “Si alguno entre vosotros se cree sabio, hágase ignorante para llegar a ser sabio” -1 Cor 3, 18-. Esta frase Pablo es como una iluminación que nos indica el camino que le condujo a su conversión.

Todos conocemos a personas muy inteligentes, muy eruditas, que han avanzado muy poco en el camino de lo esencial para la vida. Saben mucho, pero ignoran lo más importante, lo que es necesario saber para encontrar al Dios vivo. Les falta la sencillez, la limpieza de corazón. Son condiciones imprescindibles para abrir la puerta al espíritu. Y solo el Espíritu puede comprender al Espíritu.

Ante un crítico furibundo, ante un ateo, ante un agnóstico hay que preguntarse si vive en la superioridad, en el miedo, en la autosuficiencia….en la vanidad, en la soberbia…

Tan solo la libertad que da la sencillez y la limpieza de corazón permite vivir el AMOR que es la verdadera fuente de todo conocimiento. Si amas el AMOR podrás conocer a Jesús y por su medio al Padre. Pero para eso tienes que se consciente de que El te ama incondicionalmente y dejarte amar por El.

Entiendo que FE Y RAZON han de caminar juntos. No se excluyen. No hemos de caer en un racionalismo fanático ni en una fe ciega.

El AMOR lleva al conocimiento. Es un camino seguro, con sus obstáculos mentales, emocionales, etc. Intentar el camino del conocimiento tiene muchos más peligros, en mi opinión. Muchos son los desatinos y la confusión creada por los eruditos, ya sean filósofos, teólogos, etc. Y más aún por los que se creen tener el conocimiento –Teósofos, antropósofos, gnósticos – los apóstoles tras la experiencia de Pentecostés fueron auténticos gnósticos- templarios, rosacruces, etc.

Personalmente estoy con San Juan de la Cruz: “EL QUE AMA SABE Y EL QUE NO NO SABE NADA”.

Reza. No podrás rezar si no eres sencillo y humilde. Medita. Vive la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación. Y cada día AMA, haz algo para que sufran menos tus prójimos y semejantes, los más necesitados, los que más sufren.

2 comentarios:

carpinteriajasa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Estoy haciendo un retiro personal, me ayudó mucho meditar sobre esto que "Dios se revela a los sencillos" me siento invitada a vivir sin autosuficiencias, a confiar más en Dios más que en mis capacidades, a ver la vida con novedad y con gratutud a Dios, pues de el Recibimos toda verdad, todo gozo y Esperanza en la vida...