viernes, 6 de febrero de 2009

EL AMOR TODO LO PUEDE


Nada más ser elegida como Presidenta de Manos Unidas, doña Begoña de Burgos definía así a su organización: «Si no tuviéramos la raíz católica, no seríamos Manos Unidas». A los cincuenta años del nacimiento de esta organización, su identidad católica sigue siendo tan fuerte como su labor en favor de los más pobres de la tierra

¿Por qué el corazón de Manos Unidas y de Barquillo, 38 es el sagrario?

Es muy importante saber y dar testimonio de cuál es la razón primera y última de nuestro trabajo; esa razón no es otra que una Persona que, además, se nos ofrece para estar junto a nosotros y acompañarnos. ¿Tendría sentido no hacer posible esa Presencia-presidencia?El corazón-alma del hombre forja y da vida a toda la persona, física y espiritualmente; da el sentido a su intelecto e impulsa su actividad; se acelera o se serena; se alegra o sufre; es generoso o está lleno de avidez y estrechez de miras; en definitiva, ama. De esta manera, casi sin darnos cuenta, acudiendo a Él en las penas y en las alegrías, en la abundancia y en la estrechez, estando junto a Él haremos nuestra labor como Él la haría.La lucha contra la pobreza -nos recuerda el Papa Benedicto XVI- necesita hombres y mujeres que vivan en profundidad la fraternidad y sean capaces de acompañar a las personas, familias y comunidades en el camino de un autentico desarrollo humano. Solamente en Él somos hermanos y solamente Él nos puede ayudar a serlo fraternalmente.


¿Qué es lo que más destacaría de estos 50 primeros años de Manos Unidas?

El amor por los más desfavorecidos y lejanos, que ha llenado de fe y de esperanza una historia continuada de fuerza, ilusión, sacrifico, entrega y generosidad que ha hecho posible superar todas las dificultades.


¿Si no somos parte de la solución, somos parte del problema?

Si no trabajamos por ser parte de la luz que lleve esperanza y plenitud en la lucha contra la pobreza, aumentaremos la oscuridad y la muerte de una enorme cantidad de seres humanos. Muchas veces somos penumbra, pero siempre debemos desear y caminar para formar parte de la luz, que ilumina el camino y su calor hace posible que se renueve y crezca la vida.


¿Qué tiene que comentar sobre las falsas soluciones: guerra, control de la natalidad, aborto, etc.?


Son soluciones de muerte, que no hacen sino incrementar el dolor, la angustia y la desesperación. Nacen de la oscuridad y nos impiden formar parte de la solución.


¿Por qué si primero no está Dios, lo segundo, lo tercero, lo cuarto, lo social, no funciona?


El mundo pacífico y solidario que todos deseamos es el que, como nos dice el Papa Benedicto XVI, sentimos todos, en lo recóndito de nuestra conciencia: la llamada a dar nuestra propia contribución al bien común. Ésta es la ley natural depositada, como semilla, por Dios en la conciencia de todo ser humano.


¿Cuál ha sido y cuál debe ser el papel de los medios de comunicación en y con Manos Unidas? ¿Se puede evangelizar hoy sin medios de comunicación?


En Manos Unidas entendemos la comunicación como la exigencia de mostrar lo que somos y hacemos, nuestra misión, nuestra visión y la forma especial y única de cómo lo hacemos. Lo hacemos apoyados en dos aspectos: la importancia de los medios de comunicación, que son el altavoz imprescindible para que la sociedad conozca la realidad de los más desfavorecidos y el trabajo que realizamos en su favor; por ello, todos y cada uno de nosotros no escatimamos esfuerzos para hacernos presentes en ellos. Por otro lado, constatamos la fuerza de los testimonios personales, que son una valiosa correa de transmisión de nuestro trabajo y de nuestras necesidades. ¿Cuál es el secreto de la eficacia femenina desde Manos Unidas?Es el amor que todo lo puede y todo lo alcanza, que sostiene la fe y la esperanza ante toda incredulidad y desesperanza, el que hace superar todas las dificultades, porque sabemos que muchos esperan y necesitan de nuestra ayuda. En definitiva, nos urge el Amor. Nos gusta ser la forma mariana que tiene la Iglesia de ejercer la caridad.


¿Puede entenderse una presencia y una actuación verdaderamente eficaz sin estar en la vida pública, quedándose sólo en una especie de espiritualismo individualista?


El desarrollo de la verdadera vida espiritual nunca es individualista, aunque pueda parecerlo en una vocación monacal o de clausura. Santa Teresita del Niño Jesús no salió nunca del convento de Lisieux y, si embargo, sustenta la vida misionera de la Iglesia.Para nuestra misión y vocación debemos estar en la vida pública: dando a conocer las causas que provocan el hambre en el mundo, alentando y ayudando a los más pobres para facilitarles una vida plena, donde sean los artífices de su propio desarrollo. Este testimonio debe ser de tal manera que, además de creyentes, la sociedad nos vea como creíbles.
Begoña Burgos durante una visita a Etiopía


¿Qué nombres destacaría en la labor de estos 50 años?

Todos sabemos que Manos Unidas es una obra de Dios. Por lo tanto, el primer nombre que se debe destacar es el Suyo. Fue Él quien inspiró y alentó a aquellas intrépidas mujeres de Acción Católica, presididas por Pilar Bellosillo, para declarar la guerra al hambre y lanzar la primera Campaña con el Hambre en el año 1960, dirigida por Mary Salas.A partir de este momento, se suceden una inmensidad de nombres y personas, una cadena de eslabones a lo largo y ancho de toda España, que han hecho posible la actual Manos Unidas. Los nombres que debemos recordar son todos aquellos de personas y comunidades a las que Manos Unidas ha ayudado: las víctimas del hambre, la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y la falta de instrucción, que han sentido que no estaban solas ante su desgracia, que había personas lejanas que se preocupaban por ellas y les ayudaban. Son nuestros verdaderos protagonistas.La historia de Manos Unidas no se puede contar sin el reconocimiento a la labor de los misioneros, valiente, audaz, con una generosidad sin límites. Su trabajo continuo y austero hace posible la seriedad en la aplicación de los recursos financieros que ponemos en sus manos.


¿Cuál es su valoración del voluntariado de Manos Unidas, de esos que no actúan para la galería?


Es un voluntariado basado en nuestra fe, contrastado continuamente con nuestra experiencia y alentado por un espíritu de esperanza. La fuerza y la perseverancia necesarias se consiguen, entre otras cosas, mirando a los ojos a los beneficiarios de los proyectos que apoya Manos Unidas y a los que esperan esa ayuda.


¿Qué es lo que más le preocupa hoy; lo que más teme; y lo que más espera y desea?

Me preocupa que nos apropiemos de esta obra de Dios, que pensemos que ha sido o será obra nuestra, de tal o cual persona... Lo que más espero y deseo es que sepamos escuchar hoy, como ayer lo hicieron las que comenzaron esta obra, la voz de Dios, y sepamos contestar: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.¿Se ha mantenido vivo el espíritu y el carisma fundacional en Manos Unidas?Sinceramente, creo que sí, pero debemos darlo a conocer dentro y fuera de nuestra organización. Para ello, una de las acciones del 50 aniversario ha sido editar, reflexionar y difundir el valiente Manifiesto de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) realizado en 1955, origen de la primera Campaña contra el Hambre, a partir de la cual se ha ido configurando la actual Manos Unidas. Debemos renovar el impulso y la fuerza que emana de él. Nuestros cimientos siguen siendo, entonces como ahora, los más sólidos: el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia; su luz ha iluminado nuestro camino.


¿Cómo explica usted el milagro de pasar del primer millón de pesetas a los 62 millones de euros (más de 10.000 millones de pesetas) de la Campaña 2007?

Simplemente, como se explica el milagro de los panes y los peces. Hemos puesto lo que teníamos, nuestra fe, nuestras personas y nuestros pequeños recursos, nuestro entusiasmo, nuestro esfuerzo. Nuestras tinajas estaban llenas de agua y Él las ha trasformado en vino. Es tan sencillo, tan simple y maravilloso como esto.Aparte de haber crecido gigantescamente, como el evangélico grano de mostaza, desde el punto de vista cuantitativo,


¿Manos Unidas ha crecido y crece también cualitativamente?

Nos sentimos orgullosas de crecer y de llegar cada vez a más personas y comunidades, tanto aquí como en los países más desfavorecidos, pero, sobre todo, del estilo tan diferente que tenemos de trabajar, el cómo lo hacemos y los resultados tan positivos que, con este estilo tan diferente de hacer cooperación, obtiene Manos Unidas.Manos Unidas es una Asociación Pública de Fieles desde el punto de vista del Derecho Canónico.


¿Qué significa esto?


Significa que, cuando actúa Manos Unidas, no lo hace a título particular, sino en nombre de la Iglesia, de la cual recibe la misión para realizar su tarea con las personas desfavorecidas de los países empobrecidos, como un ejercicio de comunión y corresponsabilidad en la misión global de la Iglesia y en la tarea que la propia Iglesia le ha encomendado. Ayudamos y palpamos lo que supone la catolicidad, tener el corazón y nuestros recursos abiertos a todos, sin distinción de raza, país, sexo o religión. Esto es, para mí, el tesoro, la perla escondida.

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