viernes, 14 de octubre de 2011

¿CREEENCIA O EXPERIENCIA?


A Dios no lo conocerás por la razón

No se trata de que des con un argumento que te convenza

o que haya mil razones que no te convencen

No lo descubrirás en un libro de teología.

No lo conocerás por más que digas que crees en Él

ni encontrarás texto alguno sobre Él que signifique nada para ti

Podrás leer la Biblia mil veces

Y no sabrás de El ni un ápice más de lo que sabías antes

Para creer en Dios verdaderamente

habrás de experimentarlo

en tu corazón…

Silenciados los sentidos,

apagado todo deseo,

recogido…

habrás de saltar un inmenso vacío

que quizás percibas existe en tu interior,

de una negrura tal, que de planteartelo, da vértigo sólo el pensar

Sólo podrás asirte a un pensamiento:

¡Amarlo a El sobre todas las cosas!

que poderoso deseo…

y qué profundo abismo se abre a tus pies…

¿A dónde te conducirá

si eres capaz de encontrar fuerzas y sinceridad

para que tu alma lo pronuncie?

Más allá de esa negrura

existe una luz poderosísima

una luz que te permitirá redescubrir las Escrituras

Así se inicia el venturoso camino del Encuentro

Y es que… si me permites expresarlo de esta manera;

Dios no es un razonamiento

es una experiencia.

Juan 7, 16-17: Jesús les respondió: La doctrina que yo enseño no es mía, sino de aquel que me ha enviado. El que está dispuesto a hacer su voluntad podrá experimentar si mi doctrina viene de Dios o es mía.

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