La
experiencia de Dios no puede ser monopolizada por ninguna religión, por ninguna
cultura, por ningún sistema de pensamiento. La experiencia de Dios, en tanto
que experiencia de lo divino, es una experiencia no sólo posible, sino también
necesaria para
que todo ser humano llegue a la conciencia de su propia identidad. El ser
humano es plenamente ser humano si hace la experiencia de lo divino; si no, no
llega todavía a integrarse en lo humano.
Raimon
Panikkar (Barcelona, 3 de noviembre de 1918 - Tavertet, 26 de agosto de 2010),
"La experiencia de Dios" (Edt. Península, 1998)
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