jueves, 21 de junio de 2012

BUSCADORES QUE HUYEN





Cuento: Los pocitos y el pozo


Hay muchas clases de promiscuidad y una de ellas es la espiritual. Era un discípulo que siempre estaba experimen­tando con unas y otras vías de liberación, con unas y otras técnicas de evolución espiritual. Así llevaba años: tantean­do y tanteando. El maestro ya le había dicho:
- Necesitarías cien vidas para probar todas las vías, mé­todos y técnicas. Selecciona un poco más y profundiza.
Pero cedía a su tendencia promiscua de cambiar de sis­tema espiritual, de doctrina y de método. Quizá nadie co­nocía tantos métodos como él, pero su mente apenas se ha­bía modificado. Un día, él mismo se dio cuenta de que no había evolucionado prácticamente nada. Se lamentó ante el maestro:
- Estoy apenado. ¡Qué poco he avanzado!
Entonces el maestro sintió que por primera vez podría remover sus fosilizados parámetros mentales y le dijo:
- Amigo mío, has sido un necio. Ahora te lo puedo de­cir, porque parece ser que empiezas a entender por qué no comprendías. ¿Sabes cómo has procedido? Como la perso­na que quiere encontrar agua y comienza a hacer pocitos y más pocitos, pero de tan escasa profundidad que no puede encontrar agua. En cambio, si ese esfuerzo lo hubiera inver­tido en hacer un solo pozo, habría hallado mucha agua. A ver ahora si rectificas y haces un pozo que merezca la pena.

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