miércoles, 1 de octubre de 2008
FRUTOS DEL ESPIRITU
Tal vez no es fácil verle. No es tangible ni lo podemos medir. No es paloma ni lengua de fuego, aunque esas imágenes a veces se usen para referirse a El. El Espíritu de Dios está sin dejarse ver, inspira sin imponer, propone sin forzar. Despierta en cada uno de nosotros ilusiones, proyectos, deseos… Nos da energías y nos muestra caminos para avanzar. A veces crees verlo claro, y otras te parece que se oculta. A veces no puedes dudar de su presencia, y otras gritas: “¿Dónde te has metido?” Pero ahí está. Y pone, en la tierra que somos, semilla que puede dar mucho fruto. Aunque a veces no parezca estar creciendo nada.
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