Hola a todos.
El problema de la ansiedad es un trastorno muy propio de nuestros días y se puede llegar a convertir en algo muy serio si no se toman las medidas necesarias. Yo he sufrido de ansiedad crónica y sé lo mal que se pasa con esto. La ansiedad tiene una relación directa con el tipo de pensamientos que permitimos que rijan nuestra mente, y la mayoría de los pensamientos ansiosos no son sino distorsiones mentales no racionales de las cuales debemos ser conscientes y sustituirlas por otro tipo de pensamientos de carácter positivo y más acordes con lo que somos como cristianos, pues si algo es Dios es positividad en todos los sentidos, por encima de las circunstancias que podamos pasar.
Realmente es un contrasentido ser cristiano y ser ansioso, aunque paradójicamente resulta también que es la ansiedad como necesidad de búsqueda la que nos ha llevado a mirar a Dios, pero una vez encontrado esta debe ser desterrada.
La mente es como un disco duro de ordenador y depende de que grabemos en ella. Proverbios dice que "según piensa el hombre en su corazón así es él" planteando este problema; y el apóstol Pedro da la formula: "echad vuestra ansiedad en el Señor". Jesús nos dice que debemos tomar el día como medida real de nuestro tiempo, vivir el dia y vivir al día como unidad temporal pues lo demás "de mal procede" dice el Señor. La meditación es un instrumento maravilloso en este sentido, pues nos renueva día a día en nuestra relación con Dios, nos carga las pilas de nuestro dia a día y a través de ella Jesús nos llena con el Espíritu Santo para vivir la vida de modo espiritual, siendo nuestro espíritu el que controle nuestra vida, y en el caso de la ansiedad especialmente nuestra mente llenándola de confianza y paz, y lo mejor aún, cambiándola progresivamente hacia la mente de Cristo. Si realmente estamos rendidos a Dios y a su voluntad, si le hemos entregado nuestras vidas, la ansiedad carece de sentido y con la rendición y la entrega desaparece; pero es un proceso. Y es importante que la actitud que conseguimos durante la meditación, sea también la que mantengamos de modo consciente durante el resto del día; es decir, el esfuerzo diario concreto de mantener esta rendición y entrega en nuestro quehacer diario y en medio de nuestras circunstancias, sean las que sean. Lo demás vendrá dado con la práctica diaria.
El cristianismo es mucho más que una simple religión, es una relación personal viva con Dios, con Jesucristo, que nos sana y nos transforma y produce frutos en nuestras vidas y en nuestro entorno.
Hay un pasaje maravilloso del apóstol Pablo, que dice: "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez os digo: ¡Regocijaos!. .. Por nada estéis ansiosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardara vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús" (Filipenses 4-4:7)
Desde Madrid os deseo a todos una feliz semana.
Julián.
De los grupos de Meditación Cristiana.